jueves, 2 de enero de 2014

POEMA DE COLUMELA


Poema de Columela al cardo, aunque como veremos es a la alcachofa.

 
(Columela, siglo I d.C. Se ha respetado la ortografía de su traductor del latín Álvarez de Sotomayor, principios del siglo XIX).
 

Plántese el herizado cardo hortense

Que á Baco cuando bebe es agradable,

Desapacible a Phébo cuando canta.

Éste unas veces conglobado sube

Formando una macéta purpurína;

Otras esvelto crece, con guedeja

De color de arrayan; otras la frente,

Por partes separada, humilde dobla;

Otras hiere con puntas aguzadas;

Otras al canastillo imita, lleno

De espinas que amenazan entre flores;

Otras pálido, en fin, torpe retrata

Las hojas retorcidas del acántho.

 

 
Si observamos detenidamente el texto en realidad se refiere a la alcachofa. En aquella época probablemente la alcachofa se sembraba de semilla y salía la planta que la genética decidía, que debía parecerse más al cardo que a la alcachofa. En ese tiempo los mejores hortelanos cuando veían una planta con los capítulos sin espinas la propagaban vegetativamente dando lugar a lo que hoy conocemos como alcachofa, que precisamente tiene una variabilidad muy estrecha como veremos en una próxima entrada, vamos que las variedades de alcachofa de propagación vegetativa son escasas y muy apegadas cada una a su zona de cultivo.
 
Otros comentarios que podemos hacer sobre el poema son los siguientes:
 
Parece ser que a Baco el cardo/alcachofa (en definitiva las cynaras) le resultan agradables cuando bebe. Esto está en clara contradicción con el hecho de que los vinos casan mal con las cynaras, como es reconocido por la gastronomía actual, pero podría ser que Baco tuviera razón porque las cynaras, particularmente uno de sus componentes la  silymarina, tienen un efecto protector hepático. Y claro, a un bebedor como Baco le sentaría bien.

En cuanto a Febo, no intuyo lo que quiere decir. Quizás algún lector aficionado al canto podría explicarlo. ¿Cabría ser una metáfora al hilo de los malos efectos de las espinas en la garganta?

Columela describe muy bien las posibles variaciones de los capítulos de alcachofa, los colores púrpura y arrayan, las guedejas, frentes dobladas, las espinas,  las hojas parecidas al acanto, etc..., que tratamos de reflejar en las imágenes siguientes. Hay que reconocer que nuestro compatriota gaditano sabía lo que era una alcachofa.
 
 
 
Columela L.J.M., (año 42). Los doce libros de agricultura. Edición facsímil de la traducción al castellano de J.M. Álvarez de Sotomayor y Rubio (1824). Sociedad Nestlé. Santander, 1979.

 


  Macetas verde y purpurina (arrayan), ambas con sus guedejas.

 
Maceta espinosa

 
Maceta con la frente doblada

 
Maceta en canastillo

 
 

            Torpe retrato de la hoja del acanto
 

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