lunes, 27 de julio de 2015

AL HILO DEL TOMATE ROSA


 
Los tomates ‘larga vida’, duros como piedras, alertaron a la ciudadanía de que había otros tomates de toda la vida en manos de los agricultores que estaban ricos, ricos, ricos.

Uno de los mayores cambios sufridos por el tomate, aunque en realidad quien lo ha sufrido es el consumidor, son los modernos tomates técnicamente conocidos como ‘larga vida’. Mientras que los tradicionales son grandes y carnosos, es decir, con una buena combinación de carne y jugo, los ‘larga vida’ son tomates no tan grandes, poco carnosos y apenas jugosos. No son en absoluto recomendables frente a los tradicionales, pero han tratado de ser impuestos, no por los agricultores, sino por los algunos agentes comerciales que los prefieren porque no se pudren o se pudren muy lentamente, lo que permite un mejor manejo comercial con menos pérdidas.

 

Hay zonas donde todavía hay agricultores que cultivan y venden los tomates tradicionales. Como consumidor debería saber que si quiere esos tomates tendrá que pagarlos más caros que los modernos, porque encierran más problemas de cultivo y desde luego de manejo comercial, como ha quedado antes explicado. No es posible obtener un tomate tradicional, es decir jugoso y carnoso que además se conserve prolongadamente, porque lo natural en el fruto del tomate es pudrirse para liberar las semillas en la naturaleza y así reproducir la especie. Y evidentemente un tomate más jugoso y carnoso se pudre antes.

 

Si Ud. quiere disfrutar de los tomates de toda la vida, sepa que en España hay numerosas variedades tradicionales españolas. Cada comarca o cada pueblo pueden tener la suya. Por citar algunas: San Pedro, Gordo Liso, Terrades, Muchamiel, Pometa, Tres Cantos, Corazón de Buey, Mallorquín, Valenciano, Zaragozano, Montserrat, etc. Afortunadamente todavía siguen en manos de aficionados y si no siempre se podrá acudir a un banco de germoplasma de hortalizas.

 

Finalmente una aclaración, los tomates ‘larga vida’ no son tan sabrosos como los tradicionales pero hay que desmentir lo que a veces se oye sobre su origen transgénico, pues se han desarrollado por mejora genética convencional.

 

Entre los tomates más ricos, primero se popularizó el denominado tomate RAF. Que a mi modo de ver es un tomate que se había cultivada en las costas mediterráneas, y se sigue cultivando, con las denominaciones de Muchamiel, entre otras en España, y Marmande en la costa mediterránea de Francia. Su principal característica es que es muy precoz, grande y acostillado.

Recientemente se ha popularizado el tomate Rosa que estaba en manos de agricultores aragoneses, principalmente de  la provincia de Huesca. Es un tomate de fruto grande, redondeado, ligeramente aplastado, liso y de producción tardía.
 
Tomate 'Rosa'
 

En esta variedad de tomate, como aficionado a su cultivo, he observado que algunas plantas, por decirlo de alguna forma, son fuera de tipo (técnicamente se las podría llamar quiméricas: aborta el ápice principal y se produce una rebotación más o menos ordenada). Lo he comentado entre aficionados, y mi amigo J. U. me lo ha confirmado. Con estos precedentes le pedí a la investigadora del CITA de Zaragoza, C. M. que si podía estudiarlo y en ello se está. Cuando se sepa algo al respecto lo comentaré en este blog. También agradecería que cualquier agricultor o aficionado confirmara la existencia de esas plantas.
 
A la izda. planta con ápice abortado
A la dcha. planta de crecimiento normal
 
 
Hay otros muchos tomates autóctonos en España, que llegaron desde América, también al resto del mundo, tras el descubrimiento. Allí fue domesticado en México, donde curiosamente se le conoce a veces como jitomate, o en mexicano, xitomate.

Pero con el tomate volveremos en próximas entradas, pues todavía nos queda ‘mucho tomate’.