lunes, 11 de enero de 2016

PLANTAS TRANSGENICAS

Con ocasión de una conferencia para todos los públicos sobre los transgénicos, a la que asistí como público, el auditorio, mayoritariamente contrario a los transgénicos, en sus preguntas ponía en mal lugar la profesionalidad de los científicos, por acceder a producir este tipo de plantas. Tuve que intervenir como investigador para decir que en la ciencia como en todas las profesiones hay buenos y malos.

Mi experiencia en Fitogenética, haciendo mejora clásica de plantas, es que la introducción de un nuevo gen (mejor sería decir un nuevo alelo de un gen existente en la especie) siempre tiene efectos colaterales que hay que ir corrigiendo durante el proceso de mejora. Sin entrar en detalles, si introducimos un gen completamente nuevo en una especie, como es el caso en la producción de transgénicos, ese gen tiene que buscar su hueco (‘locus’ se dice en términos genéticos) en el genoma, y los efectos colaterales siempre serán mayores. Tanto más cuanto que generalmente se aloja en varios huecos (‘loci’) y los efectos epistáticos son mayores.

Hay que recordar que la biología es muy compleja. Baste recordar lo complicados que son nuestros propios temas de salud.

Pero no solo por eso soy contrario a los transgénicos, en particular de los de maíz. Es posible conseguir el mismo objetivo con plantas normales pero cultivadas adecuadamente. Sin entrar en los detalles que se comentan habitualmente sobre los transgénicos, el negocio de los transgénicos de maíz es un negocio más bien perverso. Pienso que su objetivo final es eliminar a los productores de semilla normal.

Por otro lado, en el sector claramente contrario a los transgénicos, una vez vi un cartel haciendo referencia a un huerto escolar que decía ZONA LIBRE DE TRANSGENICOS. Me parece que este tipo de advertencias también es perverso. ¿Quiere decir que las lechugas, judías, acelgas, etc. que había en ese huerto eran de fiar y las hortalizas que podamos comprar en la tienda no lo son?  También se dice que los nuevos tomates ‘larga vida’, duros como piedras, son transgénicos, cuando no lo son. Se han obtenido mediante mejora clásica. En fin hay que llevar cuidado y no alarmar a la gente. De momento no se conocen o no se comercializan hortalizas transgénicas. Ni creo que aparezcan pues la presión popular en contra es muy fuerte a nivel internacional.

(También publicado en 'Corría 1969,,,,,')