lunes, 18 de abril de 2016

SANDIAS


Las sandías son oriundas de África y por lo tanto muy exigentes en calor para su cultivo. 

En España consumimos la carne cruda en estado maduro, generalmente como postre. La pregunta es ¿cuándo está una sandia madura para su consumo? Aunque es un poco más difícil saberlo que en el caso de los melones, pues la sandía es bastante más incierta en cuanto a su contenido en azúcares, podemos dar los siguientes consejos:

Para elegir una sandia en su punto para consumo hay que observar buscando aquellas piezas que presenten algún aspecto de haber iniciado la madurez. Por ejemplo, cambios de color. En el caso de las sandias de color uniforme verde, busque que éste tenga una tonalidad verde oscura.

De la observación pasaremos al contacto. Se debe sopesar la pieza buscando aquella que más pese en relación a su volumen. Además al hacer ese sopesado, lanzando la pieza hacia arriba y recogiéndola con una o las dos manos, nos debería dar la sensación de que la carne cruje interiormente y que, de golpearla un poco más fuerte, la corteza se abriría agrietándose con facilidad.

Suerte, pero dado que la sandía es mas insegura que el melón hay empresas que las venden con garantía de sabor dulce. Claro son algo más caras, pero puede merecer la pena.

Como curiosidad hay que decir que la corteza también puede consumirse encurtida.

Los frutos de sandía tienen alrededor de un 90% de agua, altos contenidos en glúcidos (7%) y bajos contenidos en minerales.

 

La sandía es una cucurbitácea, como melones, pepinos y calabazas, perteneciente a la especia Citrullus lanatus.

 

 La carne de nuestras sandías suele ser roja, aunque también se conocen de carne amarilla.

 

Sandias sin semillas.

 Todas las sandias tradicionales suelen tener abundantes semillas de color pardo a negruzco y de tamaños variables. Su presencia incomoda el consumo de este fruto por lo que hace ya varios años los genetistas desarrollaron las sandias sin semillas. Antes de proseguir hay que advertir que no son platas transgénicas, sino plantas híbridas estériles. Hay que apuntar que las sandias sin semillas en realidad son semillas sin embriones y que por tanto si que vamos a encontrar entre su carne el resto del fruto, aunque este será de color blanquecino y blando lo que en principio no debería ser un estrobo para su consumo con el resto de la carne.

 

Consejos para el hortelano aficionado.

 Si se decide a plantar sandías sin semillas no olvide poner alguna mata de sandia normal intercalada con las otras. Como se ha dicho anteriormente, las sandias sin semillas son estériles y para inducir el desarrollo del fruto es necesaria la polinización de sus flores con polen fértil, que deben transportar los insectos desde flores normales próximas. Si compra directamente las semillas, éstas vienen a veces ya mezcladas en la proporción adecuada con semillas de plantas normales.