En la entrada anterior hablé de los distintos tipos de
lechugas. Las lechugas pertenecen a la familia de las compuestas o asteráceas
(ver la tabla de mi primera entrada al blog). Se las denomina compuestas porque la inflorescencia
o cabeza está compuesta de numerosas flores agrupadas en una cabeza o estrella.
Por este último término también se les denomina asteráceas, del término griego
aster: estrella. Ver la foto de la flor de lechuga de la entrada anterior que en
realidad es una inflorescencia o cabeza.
Las asteráceas de huerta están divididas en las
aprovechables por sus hojas (lechuga y achicorias) que requieren el blanqueo de
sus hojas para el consumo y tienen numerosas propiedades benéfico-digestivas, y
alcachofa y cardo, que como veremos se aprovechan de otra forma y también tiene
numerosos principios activos. Las achicorias son la escarola, la endibia y la
propia achicoria de huerta. De todas ellas iremos tratando poco a poco.
Por adelantar algo, la escarola es la ‘lechuga’ de invierno,
mientras que la endibia es la ‘lechuga’ de verano, épocas en las que es más difícil
producir la propia lechuga. Así que como consumidores debemos pensar que será
más barato y probablemente más sano, comer escarola en invierno y endibia en
verano en lugar de la propia lechuga.
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