La judía es originaria de América,
desde donde fue difundida al resto del mundo por españoles y portugueses.
La judía de
verdeo es una buena fuente de sales minerales y fibra dietética. También aporta
proteína cuando el grano está algo desarrollado.
El calendario tradicional de
cosecha en España es desde el final del invierno al final del otoño, aunque hoy
en día, debido al cultivo en invernadero, es posible encontrarla durante todo
el año.
La judía es una leguminosa perteneciente a la especie Phaseolus vulgaris
Vaina plana y cilíndrica.
Las variedades tradicionales
españolas son las de vaina plana. Las variedades de vaina cilíndrica fueron
desarrolladas en el extranjero para la conserva, que es donde mas frecuente las
podemos ver en España, generalmente congeladas. De ahí saltaron al mercado en
fresco porque, como se cosechan mas fácilmente, generalmente a máquina, suelen
ser mas baratas que las nuestras. Hoy en día también nuestras variedades
tradicionales pueden encontrarse en conserva. ¿Cuáles son mejores? Pues, como
todo, va en gustos. A mi personalmente me gustan las españolas porque conjugan
un cierto equilibrio entre vaina y grano que las cilíndricas no lo tienen, pues
se cosechan con este muy poco desarrollado. Claro, si el grano abunda en las
nuestras, tampoco son agradables. Pero si eso ocurre es porque se han cosechado
demasiado tarde dando lugar a un desarrollo excesivo del grano.
Vaina verde y blanca.
Pochas.
Garrofó
Aunque pertenece a una especie
botánica distinta (Phaseolus lunatus) no podemos dejar de citar está
especialidad valenciana de amplio uso en la típica paella, donde se utilizan
sus granos tiernos, o bien, secos, pero puestos a remojo previamente. El
Garrofó o Bajocó se denomina judía de Lima o Garrofón en castellano.
Receta.
La receta más simple es hervida con un poco de patata y un chorrito de aceite de oliva. A este plato le va un poco de ajo picado. Al utilizarlo añadimos a los efectos beneficiosos de la judía los más favorables del ajo.
Futuro.
Las nuevas variedades cada vez desarrollan menos hilo en la vaina, lo que sin duda va a facilitar cada vez mas su preparación en plan cocina rápida. Comento aquí que este término tan denostado lo utilizo en otro sentido. Sabido es que uno de los problemas para el consumo en nuestros hogares de hortalizas frescas en lugar de en conserva, o de no utilizarlas, es la dificultad de su preparación, sobre todo por su gran consumo de tiempo en su limpieza. Pero hoy en día hay que discurrir para poder hacer una preparación rápida de la hortaliza fresca. Entre otras cosas porque eso nos animará a su consumo. En este sentido van algunos de los consejos que venimos dando (ver por ejemplo la borraja, tirabeques, pimiento asados, etc.). En la judía tenemos otra oportunidad de ahorrar tiempo en su preparación. Así, si se comprueba que la calidad de la judía es buena, es decir, las vainas no tienen hilo y son rectas, basta con tomarlas en manojos, igualarlas por un extremo, eliminándolo en todas las vainas en un solo corte, seguir cortando todas las vainas en trozos hasta que nos quedemos con el extremo contrario. Las igualamos por este extremo y eliminamos la otra punta en todas las vainas. Se lavan y listas para hervir.
Consejos para el hortelano
aficionado.
Hay muchos tipos de judías, queremos decir pertenecientes a otras especies, a veces, originarias de otros continentes que el americano (hagamos aquí el inciso de que algunos autores, debido a este hecho, dicen que la judía la trajeron ya los árabes a España, pero sin duda, no se trataba de Phaseolus vulgaris). Una de esas especies muy conocida entre algunos aficionados es la judía dolico, judía espárrago o judía metro, que de todas estas formas se conoce. La última denominación obedece a su carácter más espectacular de dar vainas de mas de medio metro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario