sábado, 26 de abril de 2014

FRESAS, FRESONES o FRUTILLAS


Los frutos de fresa que hoy encontramos comúnmente en los mercados de España son en realidad fresones, conocidos como frutillas en Latinoamérica. El origen de las frutillas o fresones es americano. Las primeras plantas fueron traídas en el siglo XVIII por los franceses desde Chile, donde las cultivaban los indígenas. Hasta entonces, en Europa consumíamos fresas, que podían ser con dificultad cultivadas, o bien, recogidas en nuestros montes. Hoy las pequeñas fresas, muy aromáticas, han pasado a ser un capricho ante la exhuberancia del fresón.
 
 
Flor de fresón
 

Voy a incidir algo en las denominaciones latinas para aclarar algunos temas porque a veces se leen comentarios que llevan a confusión. Uno de estos comentarios leído en internet (en internet a veces se miente, salvando este blog) decía que ‘cómo es posible que consumiéramos con toda tranquilidad fresones que son seres octoploides’. Esto que podía ser preocupante en realidad es una evolución natural de este cultivo. La fresa de monte, con fruto del tamaño de un garbanzo, Fragaria vesca, es diploide, es decir, sus células tiene dos juegos de cromosomas que es lo habitual en los seres vivos. Pero la naturaleza es caprichosa y por evolución natural en América se desarrollaron dos especies octoploides (ocho juegos de cromosomas por célula), Fragaria chiloensis y Fragaria virginiana. Hay otras especies de Fragaria tanto en América como en Europa, pero para el caso que nos ocupa el cruce entre chiloense y virginiana dio lugar a la fresa hoy cultivada cuya denominación técnica es Fragaria x ananasa, el octoploide con el que disfrutamos en la actualidad, porque los ocho juegos de cromosomas la hacen gigante.
Pero ese disfrute es producto no sólo del gigantismo sino de otras técnicas que la horticultura moderna ha desarrollado como veremos más abajo.
 
Valor dietético.
 
 El fruto destaca por su alto contenido en vitamina C, flavonoides, agua y sales minerales, con bajo contenido en sodio.
 
Calendario de cosecha y comercialización
 
La fresa era un producto de primavera verano, pero las nuevas técnicas de producción invernal en el sur de España la han convertido en un producto de invierno y primavera. Lo que no quiere decir que sean mejores, ya que los productos alcanzan su maduración mas completa en las condiciones climáticas que requieren en su ciclo natural, en este caso en primavera y verano.
 
 
Plantación de fresas sobre empajado
 
Propagación.
 
 El cultivo de la fresa se basa en la reproducción vegetativa o asexual aprovechando que la planta produce hijuelos (estolones) naturalmente. Este aspecto se ha visto favorecido por la micropropagación ‘in vitro’ de ápices meristemáticos que permite obtener plantas libres de virus y aumentar exponencialmente la producción de plantitas de la misma variedad. Por cierto, cada variedad es en realidad un clon, vamos que todas las plantas tienen la misma información genética.
 
 
A la izda. estolón emitido por la planta madre
 
 
Estolón listo para plantar
  
Pero el cultivo de la fresa también se ha desarrollado por otra de las más depuradas técnicas que se aplican en horticultura. Esta planta necesita sufrir el frio invernal para que florezca en primavera, pero si recogemos los estolones listos para plantar y los conservamos en frigorífico durante el tiempo requerido obtenemos lo que se llama planta ‘frigo’ que podemos plantar cuando nos convenga, pues tiene satisfechas sus necesidades de frio artificialmente. La planta ‘frigo’ es la base de los cultivos de Huelva que por su clima templado invernal les permite producir fresa en puro invierno.
 
Consejos para el hortelano aficionado.
 
La cuestión para un aficionado es si podrían utilizarse los hijuelos (estolones) naturales para nuevas plantaciones. Teniendo en cuenta que la plantación de fresa puede durar varios años, no es recomendable esta práctica, ya que las plantas durante el cultivo son infectadas por virus que disminuyen la producción, sobre todo si está cultivando en zona cálida. Así pues, cuando sus plantas reduzcan la producción, compre nuevos estolones. Porque además la nueva planta bien ha sido propagada ‘in vitro’ pero a partir de ápices meristemáticos que están exentos de virus, o bien ha sido producida en zonas frías donde al no haber pulgones no se produce la infección por virus.
 
Las fresas silvestres seguirán siendo recogidas en nuestros montes, ya que su cultivo es prohibitivo por la cantidad de mano de obra que exige la colecta de sus diminutos frutos. Sin embargo, hay restaurantes dispuestos a comprarlas a buenos precios, lo que podría ser una fuente de negocio.
 
Receta.
 
 Los frutos de fresa deben estar tersos (no arrugados) y tener una superficie de coloración roja lo más uniforme posible, limpia y brillante.
La forma más simple de preparar unas fresas es cortándolas y espolvoreándolas de azúcar para dejarlas en maceración durante unas horas. Así las podemos tomar en su jugo. Si en el momento de espolvorear el azúcar le añadimos un chorrito de algún licor de nuestro gusto, un vino añejo, mistela o moscatel, le daremos un toque diferente.
 
¡Qué aproveche!
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

 

sábado, 12 de abril de 2014

PARA PLANTAR: CEPELLONES Y PICARAZAS

Ahora que llegan las importantes plantaciones de primavera vamos a dar unas pinceladas sobre este tema.

Los dos términos del título de esta entrada se refieren a la operación de plantar en el terreno de asiento, con plantas desarrolladas a partir de semilla colocada en un taco de turba o cepellón, mediante el uso de un plantador manual, llamado picaraza en el Valle del Ebro, donde se inventó hace unos cuantos años, por un herrero de Ejea de los Caballeros (Zaragoza) llamado José Carnicer.
La plantación con cepellones, en contraposición a la plantación a raíz desnuda, se desarrolló para el cultivo en los invernaderos y después ha triunfado también en la horticultura al aire libre. Para un hortelano aficionado el cepellón le da seguridad en el establecimiento de la planta a cultivar, frente a la cría en semilleros para después arrancar las plantas y  a continuación plantarlas a raíz desnuda, lo que da menos seguridad de que la planta prenda y se establezca en el terreno de asiento. Además, en este caso la planta tiene que volver a enraizar mientras que en el caso del cepellón es una operación con más continuidad en el desarrollo de las raíces de la planta en el terreno de asiento.

 
Cepellón en estado ideal para plantación
 

La plantación a raíz desnuda se sigue utilizando en algunos casos por el coste mucho más bajo de este tipo de planta en contraposición al cepellón.
 
 
Planta con raíz desnuda
 

Antes, no hace mucho, se plantaba con una pequeña azada doblando el lomo. Operación penosa que dio lugar a la inventiva de la picaraza. Esta denominación es un término local del Valle del Ebro para lo que en castellano se llama urraca, por su similitud con este pájaro que va picoteando aquí y allá.

La picaraza está constituida por un largo tubo hueco con un mango de soporte en la parte superior y un cono invertido y dividido longitudinalmente en dos en la parte inferior. Es decir acabado en pico. Una vez clavado el pico la picaraza en la tierra por un operario, otro que trabaja a la par introduce la planta por el orificio superior dejándola caer por su peso a la parte inferior. A continuación, presionando el gatillo que se encuentra junto al mango, mediante un muelle, el cono se abre en dos dejando caer la planta en el terreno de asiento. Al mismo tiempo se saca la picaraza, con lo que la tierra próxima se desploma alrededor de la planta sujetándola, y a continuación se vuelve a clavar en el siguiente lugar de plantación.


 
Plantador tipo 'picaraza'
 
 
Para plantar cepellones las raíces deben estar bien desarrolladas, de tal forma que ellas mismas sujeten la turba en la que se desarrolla la planta (ver primera foto). Este substrato no debe estar ni seco ni muy húmedo en el momento de la plantación. Si está muy seco se puede deshacer durante la plantación y si está muy húmedo tenderá a pegarse en el tubo de plantación, dificultando su circulación hacia el terreno de asiento.
Tanto si se planta a raíz desnuda como en cepellón es muy importante que el agua de riego se incorporé justo después de la plantación para que la planta no sufra, sobre todo si es a raíz desnuda y estamos en temporada calurosa. Por este motivo, si se puede, es mejor plantar al amanecer (ver foto de abajo) o al atardecer en días poco soleados.
 

 

Inmediatamente detrás de la plantación hay que regar
 
No hablamos de plantación mecanizada porque es propio de la horticultura industrial, no para aficionados.
 
 
 
 

 

 

miércoles, 2 de abril de 2014

CALABAZAS Y CALABACINES


La mayor parte de las calabazas que consumimos son oriundas del Nuevo Mundo. Una de las excepciones son las llamadas calabazas ‘de peregrino’ o ‘vinateras’ por servir para almacenar líquidos y que tienen su origen en África.

Consumo.

Hay casi tantos tipos de consumo como calabazas, que son muy variadas y suelen estar asociadas a costumbres muy locales en proceso de desaparición.

Un grupo de calabazas, generalmente las de carne blanca o amarillenta, se colectan como los calabacines en estado inmaduro, es decir, antes de que las semillas se hayan endurecido, y se suelen consumir como los calabacines, es decir, tras ser hervidas, fritas o asadas.

Otro grupo de calabazas, generalmente de carne más o menos anaranjada, se colectan en estado maduro, lo que permite su fácil almacenamiento. Se suelen consumir después de ser asadas o hervidas.

Uno y otro grupo se utilizan en pastelería de formas muy variadas. Uno de los usos mas universales es la confitura ‘cabello de ángel’, que ya la utilizaban los aztecas y que está muy presente en toda la pastelería española. Se trata de la especie Cucúrbita ficifolia.

Calabazas y calabacines son hortalizas de verano.

De todas ellas se pueden consumir las semillas, las conocidas, incluso en lengua inglesa, como ‘pepitas’ y que se les considera como protectoras de la próstata.

 
Pepitas de calabaza peladas y tostadas

Otro uso conocido de las calabazas es para ornamentación.

 
 
Calabacitas ornamentales
 

Los frutos de calabaza tienen un alto contenido en agua, dependiendo de su estado de madurez, en minerales y en vitamina A.

Clasificaciones.

Calabazas y calabacines pertenecen a la especie Cucurbita pepo. De todas formas, podemos encontrarnos con variedades de otros muchos géneros próximos. Por no citar nada más que dos, que son comentados en esta entrada, la calabaza ‘de peregrino’ pertenece al género Lagenaria y la calabaza ‘esponja vegetal’ al género Luffa (ver más abajo).
A nivel popular el calabacín tiene un futuro más prometedor que las calabazas, pero ello es simplemente porque los calabacines son más homogéneos, de tamaño más adecuado para el consumo y, por tanto, más fáciles de aceptar por un mercado de masas. La gran variedad de calabazas también es su gran enemigo para su difusión en el mundo moderno, por lo que conservarlas a escala local es muy importante junto con los hábitos de consumo que, como se ha dicho, son muy variados. Además, como se consumen en estado maduro seguro que van a contener más antioxidantes que los calabacines.

Consejos para el hortelano aficionado.

Hay un cultivo de calabazas no comestibles que puede interesar a los aficionados. Nos referimos a las ‘esponjas vegetales’ (Luffa). Son tan fáciles de cultivar como las otras calabazas y nos permiten obtener en el huerto familiar las esponjas vegetales que la familia necesite en la temporada. Únicamente hay que tener en cuenta que el cultivo hay que llevarlo a plena madurez y para ello es conveniente entutorar las plantas, pues los frutos en contacto con el suelo se pudren con facilidad. Colectados los frutos, pélelos enteros con cuidado para no dañar el interior y límpielos de las semillas que contienen. Éstas no las tire que como en todas las calabazas podrá utilizarlas para una próxima siembra.

Sembrar o plantar. Este puede ser un dilema para algunas especies. En el caso de las calabazas, por tener semillas grandes, es mejor sembrar directamente las semillas en el terreno de asiento. Se hace un pocito y en él se meten 2-3 semillas cubriéndolas ligeramente con tierra y por encima algo de paja, o bien, se cubre con turba o humus. Unos días antes de la siembra es recomendable envolver las semillas en un trapo húmedo para que inicien la germinación antes de sembrarlas, y muy importante esperar a que haga calor pues así la germinación es rápida.