Las sandías son oriundas de África y por lo tanto muy exigentes en calor para su cultivo.
En España consumimos la carne cruda en estado maduro, generalmente como
postre. La pregunta es ¿cuándo está una sandia madura para su consumo? Aunque
es un poco más difícil saberlo que en el caso de los melones, pues la sandía es
bastante más incierta en cuanto a su contenido en azúcares, podemos dar los
siguientes consejos:
Para elegir una sandia en su punto para consumo hay que observar buscando
aquellas piezas que presenten algún aspecto de haber iniciado la madurez. Por
ejemplo, cambios de color. En el caso de las sandias de color uniforme verde,
busque que éste tenga una tonalidad verde oscura.
De la observación pasaremos al contacto. Se debe sopesar la pieza
buscando aquella que más pese en relación a su volumen. Además al hacer ese
sopesado, lanzando la pieza hacia arriba y recogiéndola con una o las dos
manos, nos debería dar la sensación de que la carne cruje interiormente y que,
de golpearla un poco más fuerte, la corteza se abriría agrietándose con
facilidad.
Suerte, pero dado que la sandía es mas insegura que el melón hay empresas
que las venden con garantía de sabor dulce. Claro son algo más caras, pero
puede merecer la pena.
Los frutos de sandía tienen alrededor de un 90% de agua, altos contenidos en glúcidos (7%) y bajos contenidos en minerales.
La sandía es una
cucurbitácea, como melones, pepinos y calabazas, perteneciente a la especia Citrullus
lanatus.
La carne de nuestras sandías suele ser roja,
aunque también se conocen de carne amarilla.
Sandias sin semillas.
Consejos para el hortelano aficionado.
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